Posesión y propiedad en Huitzilac

Mucha gente considera a Huitzilac como una zona de riesgo, inclusive los mismos comuneros hablan de la existencia de clases o familias dedicadas a actividades ilícitas como la tala clandestina o el robo y extorsión. El estado en que se encuentra en municipio en estos momentos no es gratuito, se debe a un fenómeno lento pero constante de degradación social y económica fundamentados en la falta de interés o capacidad de los gobiernos locales y estatales para generar condiciones de vida digna a la población de menores recursos. Este deterioro ha sido documentado ya previamente http://lasa.international.pitt.edu/LASA98/EstradaIguiniz.pdf.

El documento anterior, con todo lo interesante que es, no investiga una situación que se ha vuelto corriente desde hace algunos años, y es la conversión de terrenos de bosque en parcelas para vivienda. Los comunero pueden ceder una parte de sus propiedades de manera legal sin que se pierda su carácter comunal, sin embargo, funcionarios y notarios corruptos emiten escrituras sobre estas propiedades convirtiendolas en privadas, en lo que es un abuso de la buena fe de los compradores. Esta situación aumentó el precario equilibrio social de la comunidad, pues muchos de las propiedades de los fraccionamientos fueron adquiridas por familias de clase media que las usaron para casas de fin de semana. Los mismos comuneros que venden las parcelas incurren en una actividad delictiva al terminarse la ganancia de las ventas: la ocupación ilegítima de los terrenos inclusive a veces después de que los compradores edificaron en ellos. Esta actividad se ha venido efectuando de manera ininterrumpida desde hace más de cuarenta años lo que se entiende solamente si se visualiza como una actividad heredada por generaciones. El objetivo preferido de estos clanes son los predios no edificados o las casas que se ocupan de fin de semana o vacaciones. Para mayor información recomendamos http://huitzilacmorelos.com/

Todos hemos escuchado testimonios de propiedades que han sido vendidas a tres o cuatro compradores al mismo tiempo generando conflictos de gran magnitud, siempre en detrimento del patrimonio de los involucrados. La incompetencia de las autoridades y la falta de organización de los vecinos de los fraccionamiento empeora la situación. No existe una solución pronta y definitivamente no fácil. El nuevo presidente municipal está más ocupado en resolver emergencias que en atender a los representantes de los vecinos en los fraccionamientos. Esperemos que una vez resueltos los primeros problemas de su gestión tenga visión a largo plazo.