Exigen comuneros de Huitzilac indemnización por autopista
Estiman una afectación superior los 300 millones de pesos
Escrito por Daniel Alcaraz Gómez
La unión de Morelos
13 Enero 2010
Autoridades del estado, de la Federación, a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y comuneros de Huitzilac, buscan una solución a la añeja problemática de la falta de indemnización a tierras invadidas por la apertura de la Autopista Miguel Alemán a su paso por ese municipio. El subsecretario de Gobierno, Rafael Martínez Flores, indicó que "los comuneros calculan un daño territorial por encima de los 300 millones de pesos; sin embargo, tras una reunión con todas las partes, se aceptó llevar a cabo un levantamiento en campo de las extensiones afectadas a fin de hacer el avalúo". Recordó que se trata de un viejo problema, "estamos hablando de un acontecimiento que se dio por la década de los 60's (sic). Sin embargo, la verdad es que las autoridades estatales y federales nunca les retribuyeron el daño que les causaron y es ahora cuando se ha puesto en la mesa de negociaciones el asunto". Martínez Flores aceptó que "se trata de un hecho de justicia, hay voluntad de la SCT para responder, sin embargo tampoco se trata de abusar de la situación y pedir lo que no corresponde. En todo caso, nos atendremos a lo que la extensión de tierras ofrezca". El delegado de la SCT, Fidel Giménez-Valdés dejó claro que para dar resultados concretos no existe aún un plazo predeterminado, pero las dos partes se van a poner a trabajar. "Son unos 30 comuneros los directamente afectados, pero el comisariado Sergio Dávila está presionado y se han generado ya diversas manifestaciones en la Ciudad de México por este reclamo, porque el asunto finalmente es federal, la administración estatal sólo coadyuva en este caso en especial como mediadora a petición de comuneros y la misma SCT".
miércoles, 13 de enero de 2010
¿Y hacer lotecitos de 200m2 en el bosque no afecta la ecología?
Cancelan ciclo pista en las vías del tren
* Se perdieron $11 millones que ya estaban contemplados
El Sol de Cuernavaca
13 de enero de 2010
Martín Sánchez
Cuernavaca, Morelos.- La construcción de la ciclopista en la antigua vía del ferrocarril Cuernavaca-México, quedó cancelada debido a que no se llegó a acuerdos con los comuneros para el pago del derecho de vía, reveló ayer el secretario de Desarrollo Urbano y Obras del Gobierno del Estado, Demetrio Román Isidoro.
El funcionario dio a conocer que debido a que no existieron las condiciones sociales a favor de la obra, se perdieron 11 millones de pesos que se contemplaron para la construcción de la ciclo pista.
Ahora en consecuencia esos recursos tendrán que devolver a la Federación y esperar que se reprogramen, si se encuentra el respaldo social, agregó el Secretario de Obras.
A partir de que se anunció la ejecución de la obra, un grupo de comuneros de Huitzilac rechazó el proyecto por considerar que afectaría la ecología del municipio.
Demetrio Román Isidoro lamentó que al no poderse ejecutar la obra por "no haber condiciones sociales", se deberán devolver 11 millones de pesos a la Federación.
"No hay manera de reponer el recurso, simplemente no habrá ciclopista", expuso el secretario de Obras, quien explicó que como los recursos se encontraban etiquetados, no existió la posibilidad de reorientarlos hacia otros proyectos.
La ciclopista formaba parte de un proyecto del Gobierno Federal, que el estatal apoya de manera determinante, de Rescate de Espacios Públicos y consolidar la generación de lugares que sirvan a las familias morelenses para la práctica de algún deporte y la sana convivencia.
Se tenía registrado un importante avance en la gestión ante las Secretarías de la Función Pública (SFP), y de Comunicaciones y Transportes (SCT), para obtener los predios que permitieran concretar la ciclopista que comunicará a Morelos con el Distrito Federal a través de una vía verde.
* Se perdieron $11 millones que ya estaban contemplados
El Sol de Cuernavaca
13 de enero de 2010
Martín Sánchez
Cuernavaca, Morelos.- La construcción de la ciclopista en la antigua vía del ferrocarril Cuernavaca-México, quedó cancelada debido a que no se llegó a acuerdos con los comuneros para el pago del derecho de vía, reveló ayer el secretario de Desarrollo Urbano y Obras del Gobierno del Estado, Demetrio Román Isidoro.
El funcionario dio a conocer que debido a que no existieron las condiciones sociales a favor de la obra, se perdieron 11 millones de pesos que se contemplaron para la construcción de la ciclo pista.
Ahora en consecuencia esos recursos tendrán que devolver a la Federación y esperar que se reprogramen, si se encuentra el respaldo social, agregó el Secretario de Obras.
A partir de que se anunció la ejecución de la obra, un grupo de comuneros de Huitzilac rechazó el proyecto por considerar que afectaría la ecología del municipio.
Demetrio Román Isidoro lamentó que al no poderse ejecutar la obra por "no haber condiciones sociales", se deberán devolver 11 millones de pesos a la Federación.
"No hay manera de reponer el recurso, simplemente no habrá ciclopista", expuso el secretario de Obras, quien explicó que como los recursos se encontraban etiquetados, no existió la posibilidad de reorientarlos hacia otros proyectos.
La ciclopista formaba parte de un proyecto del Gobierno Federal, que el estatal apoya de manera determinante, de Rescate de Espacios Públicos y consolidar la generación de lugares que sirvan a las familias morelenses para la práctica de algún deporte y la sana convivencia.
Se tenía registrado un importante avance en la gestión ante las Secretarías de la Función Pública (SFP), y de Comunicaciones y Transportes (SCT), para obtener los predios que permitieran concretar la ciclopista que comunicará a Morelos con el Distrito Federal a través de una vía verde.
sábado, 9 de enero de 2010
La cuesta de enero
Alza ¿inocente? de precios
Escrito por Guillermo Knochenhauer
Viernes, 08 de Enero de 2010
La Jornada Morelos
El aumento de precios que registran diversos alimentos y bebidas en México contradice la teoría de los economistas neoliberales que ven en ese tipo de movimientos una mera expresión de la relación entre oferta y demanda en el mercado.
Si los precios fueran solamente el inocente instrumento regulador de la economía al que hay que dejar que opere libremente para que pueda equilibrar la oferta y demanda, ¿cómo explicar que el kilo de tortilla sea más caro en Jalisco, que produce más maíz del que consume y se le paga a los campesinos más barato que en otros estados? ¿Cómo explicar que el kilo de tortilla en Morelos haya promediado 12 pesos durante el año pasado, muy por arriba del promedio nacional, que fue de 9.87 pesos por kilo? En el Distrito Federal que, igual que Morelos, tiene que importar gran parte del maíz que procesan las tortillerías, el kilo nunca rebasó los 8.65 pesos por kilo.
Son distorsiones de mercado que claramente justifican el anuncio de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), de que multará con hasta 2 millones de pesos a quien venda tortillas a un precio mayor a 8.66 pesos por kilo. El problema de la Profeco es que en México no hay mecanismos oficiales de control de precios, así que a ver cómo le hace para hacer valer su amenaza.
El problema de los consumidores es que hay gente con autoridad que supone que los precios sólo suben para promover aumentos en la producción y que bajan cuando la oferta aumenta. No ven que la actual escalada de precios no se debe exclusivamente a la oferta y la demanda, sino también a otros factores entre los que destacan las malas decisiones de gobierno y las prácticas abusivas que cometen comerciantes e industriales siempre que faltan las autoridades para impedirlo.
Un primer motivo del aumento de precios son los nuevos impuestos y el alza de precios a las gasolinas y el diesel; por supuesto que esas alzas tenían que alterar otros precios al elevar los costos de transportes de todos los productos. Más impuestos y el aumento de los combustibles para elevar los ingresos fiscales, los decidió el gobierno para equilibrar sus cuentas en vez de reducir su enorme gasto corriente, el cual se ha duplicado durante la década que está por cumplir el PAN al frente del gobierno federal.
El aumento a los combustibles también tiene que ver con malas decisiones de gobierno, que calculó mal la elevación del precio de las gasolinas que Pemex tiene que importar (40 por ciento del consumo nacional) y que durante la mayor parte de 2009 estuvo vendiendo a menor precio del que pagaba por ellas.
Además de las tortillas, han aumentado la leche y todos sus derivados, el huevo que costaba 26.15 pesos la caja con 18 piezas, cuesta ahora 31 pesos. Los refrescos, cervezas, atún, azúcar, arroz, pasta y otros alimentos registran aumentos de 4 a 20 por ciento tan sólo de la última quincena de diciembre al inicio de enero.
Hacía años que no se desataba una escalada de precios como la que ya padecemos a partir de los aumentos de impuestos y a las gasolinas; así empezamos un segundo año de bajo crecimiento y falta de empleos, y con la invitación para trabajar en el sector informal a quienes no estén conformes con el aumento decretado a los salarios mínimos de 2 pesos con 66 centavos diarios.
Escrito por Guillermo Knochenhauer
Viernes, 08 de Enero de 2010
La Jornada Morelos
El aumento de precios que registran diversos alimentos y bebidas en México contradice la teoría de los economistas neoliberales que ven en ese tipo de movimientos una mera expresión de la relación entre oferta y demanda en el mercado.
Si los precios fueran solamente el inocente instrumento regulador de la economía al que hay que dejar que opere libremente para que pueda equilibrar la oferta y demanda, ¿cómo explicar que el kilo de tortilla sea más caro en Jalisco, que produce más maíz del que consume y se le paga a los campesinos más barato que en otros estados? ¿Cómo explicar que el kilo de tortilla en Morelos haya promediado 12 pesos durante el año pasado, muy por arriba del promedio nacional, que fue de 9.87 pesos por kilo? En el Distrito Federal que, igual que Morelos, tiene que importar gran parte del maíz que procesan las tortillerías, el kilo nunca rebasó los 8.65 pesos por kilo.
Son distorsiones de mercado que claramente justifican el anuncio de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), de que multará con hasta 2 millones de pesos a quien venda tortillas a un precio mayor a 8.66 pesos por kilo. El problema de la Profeco es que en México no hay mecanismos oficiales de control de precios, así que a ver cómo le hace para hacer valer su amenaza.
El problema de los consumidores es que hay gente con autoridad que supone que los precios sólo suben para promover aumentos en la producción y que bajan cuando la oferta aumenta. No ven que la actual escalada de precios no se debe exclusivamente a la oferta y la demanda, sino también a otros factores entre los que destacan las malas decisiones de gobierno y las prácticas abusivas que cometen comerciantes e industriales siempre que faltan las autoridades para impedirlo.
Un primer motivo del aumento de precios son los nuevos impuestos y el alza de precios a las gasolinas y el diesel; por supuesto que esas alzas tenían que alterar otros precios al elevar los costos de transportes de todos los productos. Más impuestos y el aumento de los combustibles para elevar los ingresos fiscales, los decidió el gobierno para equilibrar sus cuentas en vez de reducir su enorme gasto corriente, el cual se ha duplicado durante la década que está por cumplir el PAN al frente del gobierno federal.
El aumento a los combustibles también tiene que ver con malas decisiones de gobierno, que calculó mal la elevación del precio de las gasolinas que Pemex tiene que importar (40 por ciento del consumo nacional) y que durante la mayor parte de 2009 estuvo vendiendo a menor precio del que pagaba por ellas.
Además de las tortillas, han aumentado la leche y todos sus derivados, el huevo que costaba 26.15 pesos la caja con 18 piezas, cuesta ahora 31 pesos. Los refrescos, cervezas, atún, azúcar, arroz, pasta y otros alimentos registran aumentos de 4 a 20 por ciento tan sólo de la última quincena de diciembre al inicio de enero.
Hacía años que no se desataba una escalada de precios como la que ya padecemos a partir de los aumentos de impuestos y a las gasolinas; así empezamos un segundo año de bajo crecimiento y falta de empleos, y con la invitación para trabajar en el sector informal a quienes no estén conformes con el aumento decretado a los salarios mínimos de 2 pesos con 66 centavos diarios.
domingo, 3 de enero de 2010
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